Los perritos calientes: una suculenta historia

Los perritos calientes: una suculenta historia

Desde que los emigrantes europeos llevaran consigo a América su bocadillo favorito, los Hot-Dogs se han convertido en la comida callejera más aclamada en el mundo

 

Están por todas partes. En Nueva York, es imposible caminar por las avenidas sin toparse con algún puesto callejero de venta de hot-dogs. Y es que los perritos calientes le gustan a todo el mundo: son suculentos, llenan el estómago, proporcionan energía y tienen un precio al alcance de cualquiera.

En CININ ofrecemos a los establecimientos hosteleros máquinas y consumibles para preparar auténticos hot-dogs y llegar a un público masivo: el de los amantes de este rico bocadillo a base de pan blando y salchicha frankfurter o wiener. Pero también brindamos la posibilidad al público en general de alquilar su propia máquina de hot dogs para sus eventos.

Hoy, te contamos la historia de los perritos calientes que tanto nos gustan.

Cruzando el "Charco"

Estados Unidos es, sin duda, el país donde el hot-dog ocupa un lugar preferente en la cultura gastronómica. Pero no hay que olvidar que EEUU es una nación de naciones, construida gracias a la inmigración, y es precisamente a este fenómeno al que le debemos la llegada de los perritos calientes.

Este bocadillo a base de salchicha, pan y salsas tiene su origen en el centro de Europa, especialmente en Alemania. Tradicionalmente han sido las salchichas tipo Frankfurter (de Frankfurt) o Wiener (de Viena), aunque también se elaboran con otras variedades, como la bockwurst.

En el siglo XIX los inmigrantes centroeuropeos se llevaron consigo a la costa Este su comida rápida favorita, haciéndolos populares entre la clase media. Nueva York fue la ciudad donde alcanzó una expansión más rápida y muchos carniceros se especializaron en este producto. Uno de ellos, Charles Feltman, de origen alemán, fue el primero en vender perritos calientes en un carrito, en las playas de Coney Island (cerca de Nueva York).

Pronto le siguió la estela el polaco Nathan Handwerker, que abrió su propia tienda de perritos calientes y, apabullado por el éxito, terminó creando una cadena de puestos de hot-dogs denominada Nathan's Famous. Hoy en día aún es posible degustar hot-dogs de esta cadena. El béisbol es también responsable del auge de los perritos calientes, ya que a lo largo del siglo XX se popularizó este bocadillo de salchicha y salsas en los partidos.

La popularidad alcanzada en Estados Unidos pronto traspasó fronteras, haciendo de los hot-dogs una merienda internacional que ha sabido adaptarse a los gustos de cada país. Así, en España lo conocemos como perrito caliente mientras que en Latinoamérica se denomina perro caliente, pancho o completo.

Si eres hostelero y quieres ofrecer ricos hot-dogs a tus clientes, en CININ tienes máquinas para hacer perritos calientes a la venta o alquiler, con todos los consumibles necesarios. 

Posted on 21/10/2016 5849
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